domingo, 22 de noviembre de 2009

2. El aumento de las víctimas femeninas en los últimos años: petición de derechos.


¿El aumento de las denuncias por malos tratos está relacionada con un aumento de la violencia de género o con un aumento de las mujeres concienciadas que denuncian?


El aumento de las denuncias por malos tratos está relacionado con el aumento de las mujeres concienciadas que denuncian, ya que violencia de género la ha habido, por desgracia, siempre. Lo que no había entonces era la sensibilización y la conciencia social que hay hoy en día respecto a la violencia de género.

Cada vez se conocen más casos de este tipo y son más las mujeres que se atreven a dar el paso y a denunciar. Lo que nos puede llevar a pensar que la violencia de género aumenta cada día más, pero lo triste y macabro del asunto, es que esos casos de violencia tanto física cómo psicológica siempre han estado presentes.

A pesar de que se hayan creado instituciones que protegen a las mujeres u hombres maltratados, aún tienen camino por delante para ser verdaderamente efectivas, ya que, además de la violencia y el maltrato físico también existe el maltrato psicológico, igual o más grave que el físico, por las secuelas que ambos comportan, pero menos contemplado y amparado por la ley.

Un maltrato psicológico considerado grave no es difícil de diagnosticar porque con un simple examen psicológico por parte de un profesional, se puede detectar. Pero cuando hablamos de un acoso y un maltrato psicológico considerado leve, la cosa se complica ya que analizando la situación desde fuera lo que tenemos es la palabra de una persona contra la de otra. En estos casos, ¿cómo se determina que realmente existe el presunto maltrato?

Lo mismo pasa cuando se quiere denunciar un caso de estas magnitudes. En base a un caso cercano con estas características, las fuerzas de seguridad, no pueden recoger este tipo de denuncias porque no hay nada “denunciable” a ojos de la ley. No existen pruebas físicas que respalden lo que se está denunciando, ya sean testigos, fotos o incluso mensajes de texto en el teléfono móvil que acusen explícitamente que se trata de un caso de acoso, la Policía no pueden actuar porqué no hay pruebas físicas que lo avalen.

Siendo un caso tan difícil de resolver y de actuar en consecuencia, se deberían plantear soluciones posibles para casos así. O acaso, ¿no tenemos derecho a mantener nuestra integridad física, moral y psicológica?

Elisa Hernández Angulo

2 comentarios:

  1. Porque hay palabras que duelen más que un puñetazo. Porque hay miradas que duelen más que una paliza. La violencia de género no sólo son golpes, también está esa violencia que no sangra, esa violencia que no se nota pero que deja huella: la violencia psicológica.

    Día tras día, escuchar que no vales nada. Día tras día, tener que recordar que nadie te quiere. Sentirte sola, completamente sola. Hundida y desconsolada. No querer pedir ayuda porque crees que todo lo que pasa es culpa tuya. No querer sentir odio porque tú te lo has buscado. Esa violencia que no sangra, esa violencia que no se nota, pero que deja huella.

    En Cornellà de Llobregat, la ciudad en la que resido y trabajo, se lleva a cabo una iniciativa municipal: cambiar el código penal para que la violencia psicológica también sea castigada con penas de cárcel. De momento, el Ayuntamiento ha mantenido reuniones con Bibiana Aído, ministra de Igualdad, pero todo apunta a que la iniciativa pronto saldrá a la luz pública nacional y que contará con el apoyo de más personas.

    Cada año son asesinadas casi centenares de mujeres, la cifra la conocemos. Cada año desconocemos cuántas mujeres son víctimas de violencia psicológica. Es por eso que esta fotografía, sin palabras, dice mucho. Sin palabras, consigue reflejar el daño que muchos hombres cometen cada día al insultar o humillar a sus parejas. El amor no implica sufrimiento. Una fotografía perfectamente escogida, Elisa.

    Beatriz Fontseré

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  2. Gracias Beatriz. Creo que la cuestión de la violencia psicológica es un tema igual de grave que la violencia física o incluso peor a nivel de superación y de secuelas. Con la fotografía y el texto, aunque puede que no quede muy claro, he querido hacer esa pequeña reflexión de que estamos dejando de lado el maltrato psicológico porque como tu bien dices "no deja huella".

    Elisa Hernández Angulo

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